
Las cuatro demandantes han servido en el ejército en Irak o en Afganistán, y se consideran víctimas de "una injusticia cometida contra las mujeres, que siguen arriesgando sus vidas por el país en el frente", según se lee en un comunicado que han hecho público.
El Pentágono prohíbe oficialmente que las mujeres participen en combates terrestres, aunque de hecho muchas de ellas se encuentran realizando tareas militares en el frente. De hecho, en los últimos diez años, 140 mujeres militares norteamericanas han muerto en Irak y en Afganistán.
La querella fue presentada en un tribunal de San Francisco por las cuatro militares, así como por la poderosa organización de defensa de los derechos civiles ACLU.