
A Alemania le faltan trabajadores ahora y en el futuro cercano. En la actualidad tiene 800.000 vacantes de empleos cualificados por cubrir, pero lo peor vendrá en 2030, cuando una ola de jubilaciones dejará al país con seis millones menos de trabajadores. Por entonces, un 29% de los alemanes serán mayores de 65 años y la tasa de natalidad está estancada desde los años 70 en menos de dos niños por mujer.¿Cómo asegurar la calidad de vida de la envejecida población? ¿Cómo garantizar el cuidado que necesitarán los pocos niños que nacen (1,36 por mujer)? Y con todo ello: ¿cómo conservar la productividad? Estos son algunos de los problemas más importantes que se plantean ahora. Por eso el Gobierno de Angela Merkel ha promocionado un plan de contraataque ante este drástico cambio demográfico.