
Esto significa que tarde o temprano la energía almacenada en las rocas comprimidas saldrá en forma de réplicas. Los autores del estudio no hacen predicciones exactas pero sienten la necesidad de continuar a estudiar detalladamente la falla.
En la capital de Turquía y sus suburbios residen trece millones de habitantes, allí se ubica uno de los aeropuertos más grandes del mundo y una gran cantidad de empresas industriales, por lo que los investigadores destacan la importancia de evaluar adecuadamente los riesgos.
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