
El celibato "no es un dogma de la Iglesia y se puede discutir porque es una tradición eclesiástica", dijo Parolin, al admitir que este debate es un "desafío" para el papa Francisco, quien lo designó el 31 de agosto como número dos del Vaticano.

Parolin, nacido en la región de Véneto (noreste de Italia), también consideró que los cambios en el Vaticano, como promueve el papa, se pueden lograr con un "espíritu democrático" y "una conducción colegiada de la Iglesia donde puedan expresarse todas las instancias". "Siempre se ha dicho que la Iglesia no es una democracia. Pero es bueno, en estos tiempos, que haya un espíritu más democrático en el sentido de escuchar atentamente y creo que el Papa lo ha indicado como uno objetivo de su pontificado". Luego le correspondería a él tomar una decisión.
Desde la elección en marzo de Francisco, una amplia reorganización de la Curia -gobierno del Vaticano- está en marcha. El papa nombró varias comisiones encargadas de abordar la reforma de esta institución y del banco del Vaticano. Las grandes líneas de la reforma de la Curia se darán a conocer a principios de octubre. Parolin, de 58 años, se desempeñó como nuncio de Venezuela desde agosto de 2009 por designación de Benedicto XVI, en una gestión que se caracterizó por las tensiones entre el episcopado venezolano y el gobierno de Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado.