El tribunal superior del país asiático de Bután ha condenado al misionero Ugyen Tashi a tres años de prisión por "intentar promover los disturbios civiles al tratar de proyectar una película sobre Jesús.
El misionero llegó a una aldea en el interior de Bután con un generador de energía y un proyector con el propósito de dar a conocer Jesús mediante una película. Los jefes de la aldea conocían el contenido de la película, e informaron a las autoridades quienes apresaron al Tashi.
El misionero ha permanecido en una celda junto a tres reclusos desde mayo del año pasado esperando el juicio que se fue retrasado por diversos motivos.
Un vocero de Gospel for Asia ha informado que "el pastor Ugyen no permanece ocioso, y aunque no es capaz de compartir abiertamente no pierde la oportunidad hablar acerca de la Buena Noticia de Jesús ... y no son pocos los detenidos los que han mostrado interés".
Tras conocerse la detención del misionero, líderes de Gospel for Asia se reunieron con las autoridades locales para solicitar la libertad bajo fianza de Ugyen. Esta petición fue denegada pues las autoridades consideraron el caso muy grave pues podría considerarse una violación de la Constitución de Bután, que establece que "nadie será obligado a pertenecer a otra fe mediante coacción o presión ".
Ahora el tribunal sentencia a Tashi a tres años de prisión a pesar de que la película nunca fue exhibida.
Bután es uno de los países menos evangelizados del mundo, de acuerdo a Operation World. Esto se debe al aislamiento deliberado en que se vive en ese país en relación con otras culturas. El gobierno y su población buscan proteger tradiciones ancestrales, su estilo de vida, y especialmente de su religión.