26 familias evangélicas de una comunidad de Chiapas, México, abandonó su comunidad en el poblado de la Piedad, luego de que un grupo de católicos tradicionalistas les suspendieron el suministro de agua potable, y la electricidad, incluso les impidieron recolectar leña.
Según informó el representante de los afectados, desde el pasado 14 de abril los cristianos evangélicos se desplazaron de la comunidad y se ubicaron en el municipio de Comitán de Domínguez, para resguardar su integridad física.
Los pobladores católicos obligan a las familias evangélicas a pagar un monto de cinco mil pesos mexicanos, además de condicionarlos a dejar su fe, a cambio de permitirles recibir el suministro de los servicios básicos, suspendidos desde hace casi un mes.
"No nos corrió la comunidad pero como ya no tenemos agua, no nos permiten recolectar leña ni usar el sello, el domingo a las 21 horas salimos las 130 personas hacia la ciudad Comitán, donde permanecemos refugiados", detalló Genaro Jiménez, vocero de los afectados al diario El Universal.
Jiménez señala que el distanciamiento con las autoridades comunales creció debido a la negativa de los evangélicos a pagar un monto que ronda los 35 ó 50 pesos, para financiar las festividades católicas del lugar.
Los denunciantes interpusieron una querella por privación ilegal de la libertad generada por la retención por algunas horas de cuatro evangélicos, antes de que decidieran dejar el poblado.
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