Anuncian medidas para salvar al moribundo mar Muerto

Amán, 22 ago (PL) El primer ministro de Jordania, Abdulá Nsur, anunció la puesta en marcha de la primera fase de un plan para transportar agua desde el mar Rojo al mar Muerto.

El nivel del mar Muerto, lago situado a mayor profundidad y el más salado del mundo, desciende más de un metro al año y hay quienes advierten que para 2050 puede estar seco.

Según los expertos, de ahí proviene la idea de trasvasar el líquido de un lugar saludable a otro, proyecto que debe aportarle al país 100 millones de metros cúbicos de agua desalinizada al año, pero tiene un costo de unos mil millones de dólares.

El río Jordán, compartido por Israel, Jordania, Líbano, Siria y los Territorios Palestinos está prácticamente consumido desde que, a comienzos de los años 60 del pasado siglo, los distintos países desviaran su corriente para destinar el agua a otros usos en la industria y la agricultura.

Entre los proyectos anteriores para solventar esta situación destaca el llamado Canal de los dos mares o Canal del mar Rojo al mar Muerto. Según el Banco Mundial, este tiene un costo de cerca de 10 mil millones de dólares.

De igual forma, las autoridades han considerado la posibilidad de trasvasar agua desde el mar Mediterráneo o desalinizar agua para hacerla llegar a las zonas que más la necesitan.

Según el ministro del Agua jordano, Hazem Nasser, el alto costo del proyecto del canal entre los dos mares impulsó al gobierno a proponer ideas como la presentada ahora la cual califican de primera fase.

Sobre el tema, Peter Gleic, presidente del Pacific Institute en Oakland, Estados Unidos, declaró que el plan no podrá realizarse porque aún no existe un acuerdo entre las partes vinculadas al mar.

Asimismo, analistas refieren que la mayor parte de la demanda de agua en Jordania la tienen Amman y otras ciudades que están lejos del mar Muerto, por lo que habría que bombear el líquido hacia arriba a un costo adicional muy alto.

Por su parte, la sección para Medio Oriente de la asociación Amigos de la Tierra enumeró una serie de perjuicios, como el daño para el sistema natural del mar Muerto, por mezclar su agua con la del Mar Rojo.

Jordania tiene el 92 por ciento del terreno desértico y la falta de agua constituye un serio problema.