Incluso el más mínimo error durante una operación para extraer las más de 1.300 barras de combustible en la central nuclear de Fukushima en Japón podría desencadenar a una serie de fallos con un resultado apocalíptico.
El operador de Fukushima TEPCO planea extraer 400 toneladas en barras de combustible gastado que se encuentra almacenado en una piscina en el reactor dañado de la planta número 4. La eliminación tendría que hacerse manualmente desde la parte superior del edificio afectado en un entorno de contaminación radiactiva.
En el peor de los casos, un mal manejo de una de estas barras podría resultar crítico, derivando en una crisis en la superficie del planeta por la liberación de lluvia radiactiva que sería imposible de detener, explicó a RT la investigadora Christina Consolo, fundadora y conductora de Nuked Radio.
"A pesar de que la eliminación de barras de combustible ocurre a diario en las más de 430 plantas nucleares en todo el mundo, es un procedimiento muy delicado, incluso bajo las mejores circunstancias”, advierte Consolo.
"Lo que hace que la eliminación de combustible en Fukushima sea tan peligrosa y compleja es que se trata de una piscina de combustible cuya integridad se ha visto gravemente comprometida", explica la especialista, que subraya que, no obstante, "debe intentarse", ya que "el Reactor 4 tiene los problemas estructurales más importantes y esta piscina se encuentra en la planta superior del edificio".
"El sitio ha sido apuntalado con cinta adhesiva y un soporte de bicicleta por más de dos años", señaló Consolo al describir los intentos de minimizar las consecuencias del accidente ocurrido el 11 de marzo de 2011.
"La complicación más grave podría ser cualquier cosa que conduzca a una reacción nuclear en cadena. En una piscina de combustible que contiene las barras y tiene los soportes dañados, se podría poner en marcha por su cuenta en cualquier momento. TEPCO ha sido increíblemente afortunado de que esto no haya sucedido hasta ahora", declaró Consolo.
Según la investigadora, el peor de los casos podría desembocar en la muerte de miles de millones de personas, "un verdadero apocalipsis", según ella. "Además del potencial peligro del Reactor número 4, también entiendo que un evento climático, un apagón, un terremoto, un tsunami, un fallo del sistema de refrigeración, o una explosión y un incendio de algún tipo, en cualquier punto de la planta de Fukushima, también podrían desatar un evento de tal magnitud", advierte.
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