Los resultados de un nuevo estudio muestran que el consumo de frutas frescas puede reducir el riesgo de sufrir la diabetes tipo 2; sin embargo, beber zumos de frutas artificiales provoca efectos contrarios.
Conforme a los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Estados Unidos, los estudios realizados entre al menos 19 y 24 años sobre más de 187 mil ciudadanos estadounidenses arrojaron que tomar ciertas frutas tiene efecto positivo en detener el desarrollo de diabetes tipo 2.
Los que toman, cada semana, al menos dos veces arándanos, uvas, manzanas, peras, plátanos y pomelo (frutas que, respectivamente, lideran la lista) gozan de un 23 % de protección frente a la enfermedad en comparación con los que no consumen frutas frescas.
No obstante, según el mismo estudio, varias frutas, como es el caso de la fresa y el melón, podrían intensificar el riesgo de la enfermedad.
De esta misma manera, el consumo de los jugos producidos en procesos industriales arriesga la salud, debido a que el proyecto de extracción de zumo deja fluidos que se absorben rápidamente, con un alto nivel de glucémico; lo que incide en el aumento del azúcar y la insulina en la sangre.
“Para intentar minimizar el riesgo de la diabetes tipo 2 es preferible reducir lo más posible el consumo de jugo de frutas y aumentar el consumo de frutas frescas”, ha propuesto el profesor Qi Sun, jefe de la investigación.
