El papa Francisco nombrará este sábado, con toda probabilidad, nuevo Secretario de Estado al actual nuncio en Venezuela, el arzobispo Pietro Parolin.
La notícia ha trascendido desde la residencia Santa Marta, donde vive el papa Bergoglio, en lugar de los tradicionales apartamentos papales.
Parolin es un eclesiástico italiano, diplomático de la Santa Sede, que en los últimos años se ha ocupado de algunos de los expedientes más peliagudos del Vaticano, como el de las relaciones con Vietnam, China, Israel y la Venezuela del comandante Chávez. Como diplomático ha representado a los papas en Nigeria y México.
A sus 58 años, sería el más joven secretario de Estado vaticano, una especie de primer ministro del Papa. Su nombramiento no debería condicionar la futura reforma a fondo del gobierno central del catolicismo, la Curia, para la que en octubre se reunirá por primera vez en Roma una comisión de ocho cardenales de todo el mundo, que el Papa nombró el pasado abril.
Antigua diplomacia vaticana
Parolin es considerado como un trabajador discreto, representante de la gran y antigua tradición diplomática del Vaticano, entre cuyos representantes más recientes se encuentra Agostino Casaroli, ideador de la “ospolitik” o apertura vaticana hacia los países comunistas del este europeo.
La tesis de licenciatura del probable secretario de Estado fue dedicada al Sínodo de los Obispos, institución creada por el Concilio Vaticano II para asesorar a los Papas sobre los temas más cruciales del mundo actual. Sucesivamente, como nuncio en Nigeria abordó la relación de los cristianos con los musulmanes y en México, país que carecía de relaciones diplomáticas con la Santa Sede, la colaboración entre agnósticos y anticlericales con los católicos.
Bertone como camarlengo
Parolin sustituye al cardenal Tarzicio Bertone, que está a punto de cumplir los 79 de edad. Bertone mantendrá el cargo de camarlengo, que le convierte en regente del Vaticano en caso de muerte del Papa, y también seguirá como miembro de la comisión de cinco cardenales que vigila sobre el IOR o banco papal, sobre el que en diciembre Moneyval (Consejo de Europa) dará a conocer si ya ha alcanzado todos los parámetros de vigilancia.
A mitad de agosto, Bertone almorzó con el Papa y es probable que en aquella ocasión se decidiera el futuro del secretario de Estado más criticado de la historia reciente. Varios cardenales ya habían pedido su cabeza poco después de su nombramiento en 2006 por Benedicto XVI. Varias fuentes le relacionaron con las pugnas internas al Vaticano contrarias a la política de transparencia que intentó introducir Joseph Ratzinger, sin conseguirlo.
