Los evangélicos tocan el cielo

La sociedad está inmersa en un proceso de secularización que horroriza a la Iglesia católica: un 25,5 % de españoles se declara ateo o no creyente y, entre los católicos, el 60,1 % no va casi nunca a misa, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas. 
Pero también existe un soterrado incremento de minorías religiosas que se posicionan como competencia cada vez más fuerte ante la supremacía del credo católico. Tan intenso es el aumento que en solo un año ha transformado el mapa religioso valenciano. Según los últimos datos del Observatorio del Pluralismo Religioso -dependiente del Ministerio de Justicia-la Comunitat Valenciana alberga 730 lugares de culto de confesiones minoritarias frente a las 1.054 parroquias de la Iglesia católica en las diócesis valencianas. Es cierto que no son grandes templos: muchas veces no son más que humildes plantas bajas donde poder agruparse a varias docenas de personas. Pero la tendencia es innegable.
Hace sólo dos años, el primer gran directorio de lugares de culto elaborado por el Ministerio de Justicia recogía 532 edificios con rango de templo religioso perteneciente a confesiones minoritarias. Entonces representaban el 24,4 % de todos los templos religiosos. Pero entre 2011 y 2013 han subido en 198 lugares de culto. En los últimos doce meses, el incremento ha sido de 114 templos. Las minorías ya controlan el 41 % de los sitios de culto valencianos.
La minoría que ha protagonizado este gran salto adelante es la religión evangélica, que en el último año ha ganado 74 lugares de culto en la Comunitat Valenciana y ya alcanza los 347, justo una tercera parte de las parroquias que tiene activas la Iglesia católica.
No le sorprende a Manuel Sarrias, secretario general de la Unión Evangélica Bautista de España, con sede en Valencia, y vicepresidente de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede). Él dice que "las iglesias evangélicas están trabajando de forma callada, no con tanta propaganda y proselitismo como la Iglesia católica, pero dan una respuesta social y humanitaria impresionante ante la crisis aunque no la publicitemos". Sin embargo, enseguida agrega: "Pero Dios nos libre de dar el pan para que se vea que lo damos. Eso sería abominable".
Sarrias dice que el protestantisamo, que llegó a tierras valencianas en 1885 cuando un grupo de residentes del Grau de Valencia contactó con el pastor Carlos Augusto Haglund, es "un cristianismo mucho más cercano, directo y acogedor" que el de la Iglesia católica. Entre otras cosas, subraya, por la ausencia de jerarquía o por la igualdad entre sexos que permite en su seno. "Eso hace posible que existan más de veinte pastoras en las iglesias bautistas de España", destaca Sarrias al tiempo que lanza una reflexión sobre la corrupción política y su amplia presencia en los países católicos del sur de Europa frente a la ética protestante de los países nórdicos.

Musulmanes y Testigos, en ascenso
Todas las minorías, excepto los mormones, han mantenido sus templos o han experimentado un ascenso en el último año. Detrás de los evangélicos figuran los musulmanes, que han pasado de 164 a 175 centros de culto. El tercer lugar, y siguen en ascenso, lo ocupan los Testigos de Jehová, que suben de 81 a 84 Salones del Reino, muchos de ellos compartidos por varias congregaciones. A mucha distancia quedan las otras tres minorías más destacadas: los ortodoxos (que pasan de 25 a 27), los adventistas que anuncian la inminente segunda venida de Jesucristo (con una gran subida de 14 a 21), y los budistas, una credo de origen oriental que ha conseguido en dos años aumentar su número de templos valencianos de 10 a 22, según el registro del Ministerio de Justicia.