VIENA (Reuters) - Una nueva red internacional de sacerdotes católicos reformistas está dando pasos para dar a gente de todo tipo un mayor papel en una Iglesia que el papa Francisco quiere acercar a sus miembros de base.
En declaraciones mientras disidentes de seis países se reunían por primera vez en Austria el viernes, el clérigo Helmut Schüller dijo que la Iglesia debería atraer a la gente a las parroquias, que están bajo amenaza de desaparecer ante el descenso del número de sacerdotes.
Las abiertas opiniones de Schüller, jefe de un grupo de sacerdotes austriacos que desafían abiertamente las posiciones de la Iglesia sobre tópicos tabúes como el celibato y la ordenación de mujeres, se ganó una amonestación el año pasado del papa Benedicto XVI, que renunció en febrero.
Los más liberales de la Iglesia ponen ahora sus esperanzas en su sucesor, el papa Francisco, el primer pontífice no europeo en 1.300 años y el primero de Latinoamérica.
"Queremos abordar el tema más candente: el futuro de las comunidades. Queremos estar ahí por ellos, y su futuro está en peligro por la escasez de sacerdotes", dijo Schüller, de 61 años, en una entrevista telefónica desde la localidad de Bregenz.
Francisco se está centrando en un cambio de arriba a abajo al reformar la Curia, o administración central, que está acusada de ser disfuncional y estar llena de luchas internas de las que se responsabiliza a buena parte de la agitación que dominó el papado de Benedicto XVI.
La Iglesia ha visto también su reputación dañada por los escándalos financieros y de abusos y ha sufrido un amplio declive en la asistencia a misa, especialmente en sus históricos bastiones en Europa.
La gran mayoría de los católicos están comprometidos con la Iglesia en sus parroquias, así que se auguran problemas si su red de comunidades de fieles se rompe.