En contra de las resoluciones de Consejo de Seguridad de la ONU, Irán está acelerando el ritmo de producción de uranio enriquecido, también en la controvertida planta subterránea de Fordo, según informó hoy en Viena el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
En su más reciente informe sobre el programa nuclear de la República Islámica los inspectores del OIEA precisan que Irán ya dispone de unos 110 kilos de uranio enriquecido hasta casi el 20%, lo que es cerca de la mitad de la cantidad necesaria para fabricar una bomba nuclear.
Irán produce uranio enriquecido con esa pureza a un ritmo de unos 14 kilos por mes (10 kilos en la planta de Natanz y 4 kilos en Fordo), lo que significa un fuerte aumento con respecto al pasado reciente.
Un diplomático conocedor de la investigación del OIEA calificó en Viena de "llamativo" este fuerte incremento.
A partir de un enriquecimiento del 20%, los expertos hablan ya de "uranio altamente enriquecido" y consideran que, al dominar este proceso, los técnicos iraníes se acercan mucho a los niveles necesarios para fabricar una bomba (con una pureza por encima del 90%).
El uranio enriquecido tiene aplicaciones civiles, en forma de combustible nuclear para plantas energéticas, pero también militares como materia fundamental para una bomba.
En el informe confidencial de 11 páginas, enviado hoy a los países miembros del organismo, los inspectores critican a Irán por no colaborar como debe en la investigación del OIEA.
Por eso, aseguran los inspectores, "la agencia no puede dar seguridades creíbles sobre la ausencia de materiales y actividades nucleares no declaradas en Irán" y "no puede concluir que todo el material nuclear en Irán sirve para actividades pacíficas".
Además, el organismo sigue teniendo "serias dudas" sobre las posibles dimensiones militares del programa nuclear de Irán.
Irán no dio acceso a la instalación militar de Parchin, tal y como lo exigió el organismo durante sus dos recientes visitas a Teherán, y tampoco hubo ningún acuerdo sobre un mecanismo para resolver todos los asuntos pendientes, agrega el informe.
El director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, insta a Irán a cooperar plenamente con su agencia "para resolver todos los asuntos pendientes mediante un mecanismo estructurado".
Como primer paso, Irán debería responder a las preguntas de la agencia sobre Parchin y también sobre un "experto extranjero" (ucraniano) que trabajó durante años en la República Islámica, supuestamente en actividades de vertiente militar, concluye.
Occidente, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, teme que bajo el paraguas de un supuesto programa nuclear civil, Irán quiera hacerse con una bomba atómica, lo que Teherán rechaza, aunque todo indica que tampoco colabora de forma satisfactoria con la ONU.