El obispo, de 68 años, y su esposa, de 64 años, fueron hallados muertos el pasado domingo en su casa, con múltiples heridas de arma blanca, mientras que el hijo adoptivo de la pareja, Eduardo Olimpio Cotias Cavalcanti, de 29 años, tenía lesiones similares e intentó suicidarse con un veneno, según la policía de Pernambuco, estado al que pertenece Olinda.
"Los motivos (del crimen) todavía no fueron revelados porque es necesario escucharlo (al sospechoso), pero tenemos relatos de que él (el hijo adoptivo) era una persona de temperamento violento", declaró a los periodistas el comisario Joao Brito Alves, del Departamento de Homicidios de la Policía Civil de Pernambuco.
El sospechoso, que reside en Estados Unidos y había llegado a Brasil el viernes pasado de vacaciones, fue internado en un hospital de Recife, la capital regional, pero no corre peligro su vida, según informaron los médicos de la clínica.
Otra hija adoptiva de la pareja y algunos vecinos relataron a la policía que vieron al joven afilar un cuchillo horas antes del asesinato.
El obispo, ex profesor de varias universidades en Recife, fue diputado regional por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y en 1989 fue el coordinador de asuntos religiosos de la campaña del entonces candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva.
En un comunicado, la Iglesia Anglicana de Brasil ha lamentado la muerte del prelado, al destacar que dejó "un legado de servicio, amor y firmeza doctrinaria por los cuales su diócesis continuará"