La fe es la gran “escabullida”, la gran excusa para evitar la necesidad de pensar y evaluar las diferencias. La fe es creer a pesar de (o incluso tal vez debido) a la falta de evidencias.
La fe es de carácter intelectual por eso se habla de las verdades de fe, la verdad es el objeto propio del entendimiento, en segundo lugar el acto de fe va precedido de un análisis de carácter intelectual en orden a conocer si la verdad que se le propone a creer es creíble, en tercer lugar tras el análisis de la credibilidad sigue el acto de la deliberación por la cual el entendimiento evalua las razones a favor o en contra de la aceptación del contenido que se le da a creer y finalmente la voluntad decide aceptar o rechazar tal contenido.
Dawkins confunde la fe cristiana con la fe atea que emite el juicio: “Dios no existe”, con una gran cantidad de variantes del mismo sin poder presentar ninguna prueba que avale tal juicio.
Si quieres un ejemplo que nuestro Padre Celestial existe, simplemente pon tus ojos en el pueblo de Israel.