ARGENTINA: NEBLINA RÉCORD: ES LA MÁS PERSISTENTE EN UNA DÉCADA


Noches más largas y frías. Viento húmedo del norte. Y un sistema de alta presión que impide que las condiciones del tiempo cambien. La combinación de estos factores, típicos del otoño, arroja como resultado un fenómeno que, sin embargo, no se advertía desde hace una década para un mes de mayo en la Capital Federal y alrededores: nueve días consecutivos de visibilidad reducida que tuvieron su pico de intensidad ayer, cuando la niebla se instaló casi a ras de piso en la ciudad y provocó numerosos inconvenientes. Para hoy se espera que se repitan estas condiciones.


Entre las 7.30 y el mediodía, el Aeroparque permitió el aterrizaje de sólo dos aviones. Recién a primera hora de la tarde, los vuelos comenzaron a normalizarse aunque con demoras de más de seis horas y una estela irremontable de una veintena de servicios cancelados que, sumados a los que sufrieron postergaciones, contabilizaron al menos 38 vuelos. Un par de aviones debieron ser desviados a Ezeiza, donde la neblina fue leve y sólo dos vuelos no pudieron partir. La actividad en el puerto porteño también se interrumpió a raíz del fenómeno climático que afectó además a la Mesopotamia, Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Formosa, La Pampa y Santa Fe. El aeropuerto de Rosario dejó de operar y en Entre Ríos hubo cuatro choques a raíz de la escasa visibilidad. En la Panamericana se produjeron dos accidentes de tránsito, lo que trabó aún más la autopista, complicada al igual que todos los accesos a la Capital y varias rutas del interior . A Retiro, cargada por el cierre del fin de semana largo, algunos micros llegaron con retrasos de más de dos horas.

Según el departamento Climatología del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), no se trata de un fenómeno anormal. “Es habitual que se produzcan neblinas para esta época, cuando el vapor se pone en contacto con el suelo frío”, explicó Miriam Andrioli, difusora del organismo.

Lo que sí llama la atención es la persistencia de estas condiciones , que no se daban juntas desde 2001. En mayo de ese año, hubo 11 días con neblina. Si se toman en cuenta todos los meses, el antecedente más cercano de neblinas continuas se ubica en junio de 2007, también con 11 días.

Tanto la niebla como la neblina, ambas producto de la condensación del aire, se generan por el desplazamiento de vientos desde un lugar de alta concentración de humedad a otro (ver Cómo...). “Es como tener las nubes a ras del piso”, graficó José Bianco, meteorólogo de Canal 13 y TN. Dijo que con la llegada del otoño “las noches más largas enfrían el suelo y la entrada de viento del norte, que carga con más humedad, provoca la aparición de esas gotitas de agua que afectan la visibilidad”.

De la precipitación dependerá que se hable de niebla, si las gotas están más juntas y la visibilidad se reduce por debajo de mil metros, o de neblina, si la cortina de gotas no es tan uniforme y permite ver más allá de los mil y hasta los diez mil metros. Así, para José Luis Stella, climatólogo del SMN, “el único día con niebla fue el de ayer” pese a que las condiciones del tiempo –alta humedad, temperatura de baja a media y sin sol– se mantienen casi invariables desde hace más de una semana. En la autopista Rosario-Córdoba, por ejemplo, no se veía ayer a más de 100 metros.

La persistencia del fenómeno se explica por un anticiclón, ubicado sobre el sudeste del Pacífico que actúa como un bloqueo. “Es una configuración formada por un sistema de alta presión en latitudes altas y un sistema de baja presión en latitudes más bajas que favorece la persistencia de una masa de aire húmeda sobre el centro y norte del país y favorece la ocurrencia de nieblas y neblinas”, detalló un parte del SMN. Bianco lo explica en estos términos: “En la atmósfera se transportan sistemas de un lugar a otro y ahora es como si la cinta transportadora se desacelerara ”. Se espera que ese mecanismo se debilite recién mañana con el ingreso de una masa de aire frío y seco desde el sudoeste hacia el centro del país. Así el bloqueo se desarmará y se disipará la neblina. Mientras tanto, habrá que tomar precauciones y habituarse a vivir “en las nubes”.
Clarin