"Hemos localizado 26 cuerpos, la mayor parte mujeres y niños. Más de cien personas están aún desaparecidas", indicó a la AFP Fazlulá Sadat, que dirige la autoridad de gestión de desastres en la provincia de Sari Pul. Veintinuo de los muertos asistían a una boda.
Unas 40 viviendas quedaron completamente destruidas por la inundación, precisó esta fuente, quien añadió que equipos de socorro están movilizados para hallar a los desaparecidos y que el agua también había arrasado con el ganado y con tierras agrícolas.
El ministerio de Defensa envió dos helicópteros a la zona siniestrada. Funcionarios afganos y miembros del Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuyen mantas, tiendas, edredones, barriles de agua, sacos de arroz y medicamentos a las víctimas.
Afganistán ha conocido el invierno (boreal) más rudo de los últimos 15 años, marcado por las intensas nevadas que provocaron avalanchas mortales.