La organización intergubernamental dio a conocer un nuevo informe titulado "El diablo está en los detalles", que muestra los Estados que han burlado flagrantemente desde 2000 un total de 26 embargos de armas impuestos por la ONU o a nivel regional o multilaterales, en vigor durante este período.
Según la organización, desde ese año se han importado armas y municiones por un valor de más de 2.200 millones de dólares a países sometidos a embargos de armas.
La organización hizo así un llamamiento a la comunidad internacional "para que ponga fin a décadas de comercio irresponsable de armas que destruyen vidas" y que lleguen a "un acuerdo con leyes legalmente vinculantes, cuando sus diplomáticos se reúnan en julio para redactar un nuevo tratado de comercio de armas".
En ese documento se indica que "la falta de obligaciones sólidas y jurídicamente vinculantes sobre la venta y transferencias de armas ha permitido el flujo constante de armas a Siria".
Como ejemplo señala que en 2010 Siria importó sistemas de defensa aérea y misiles por valor de 167 millones de dólares, así como armas pequeñas y ligeras, municiones y pertrechos por valor de un millón de dólares.
"Algunas de estas armas han desempeñado un papel fundamental en la represión del Gobierno sirio contra los manifestantes", denuncia la ONG.
La coordinadora para Oxfam de la campaña "Armas bajo Control", Anna MacDonald, explicó que la comunidad internacional "está ante un momento histórico, en que el reto es garantizar que el
nuevo tratado sea lo suficientemente fuerte".
Consideró que ese tratado, que los países de la ONU comenzarán a negociar dentro de dos meses, debe detener de forma inequívoca las transferencias de armas a donde puedan incentivar el conflicto, la pobreza o las violaciones de los derechos humanos.
"Los embargos de armas en vigor son demasiado fáciles de violar o pasar por alto", dijo MacDonald, que subrayó que "la falta de regulación internacional significa que los Estados sometidos a embargos han importado impunemente todas las armas que les han interesado".
Según los datos de Oxfam desde hace más de una década son varios los Estados que han violado embargos y continúan comerciando con armas en escala masiva.
Entre ellos incluyen a Birmania (Myanmar) que habría comerciado con armas por valor de 600 millones de dólares entre 2000 y 2010, mientras que Irán lo habría hecho por 574 millones de dólares entre 2007 y 2010 y la República Democrática del Congo, por 124 millones entre 2000 y 2002.
El documento de Oxfam recuerda que la mayor parte del comercio mundial de bienes de consumo, incluidos el banano, el café y el cacao, está fuertemente regulado, pero "no existen criterios sólidos y eficaces, legalmente vinculantes y de aplicación universal sobre las normas para la transferencia de armas a través de las fronteras".
La organización critica que "hay un intrincado mosaico de acuerdos regionales y subregionales carente de estructura y coherencia, que permite a los Estados continuar la importación y el comercio de armas a pesar de los embargos de las Naciones Unidas o de otra índole".
"¿Cómo es posible que la venta de banano esté mucho mejor controlada que la venta de ametralladoras? No tiene sentido", dijo la experta de Oxfam, que calificó la situación de "insostenible".
El objetivo sería, según la ONG, que el nuevo tratado de comercio de armas incluya criterios jurídicamente vinculantes que impidan las transferencias de armas "cuando exista un riesgo sustancial de que se usen en violaciones del derecho internacional de derechos humanos o del derecho internacional humanitario o bien para socavar el desarrollo". EFE
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