La isla más occidental de las Canarias, El Hierro, ha experimentado una insólita deformación debido a la actividad sísmica de las recientes semanas. Su componente vertical ha alcanzado 11 centímetros, en los que se ha elevado el terreno.
El desplazamiento se ha producido en menos de dos semanas, desde el 18 de marzo. En este mismo período los observatorios del Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan) registraron más de 2.100 movimientos telúricos en la zona. En su conjunto esos temblores resultaron apenas sensibles, pero el más intenso se produjo este domingo, alcanzando una magnitud de 4,6 en la escala de Richter.
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