El grupo Open Rights Group ha desvelado algo que ya nos olíamos sobre el filtro ‘antiporno’ británico. No sólo servirá para filtrar porno: habrá más categorías (algunas bastante amplias) que también filtrarán por defecto los ISPs.
Esas categorías son, por lo que parece, material violento, extremismo, terrorismo, anorexia y desórdenes alimenticios, suicidio, alcohol, tabaco y material esotérico. También los “foros web” podrán ser bloqueados – sea lo que sea lo que ellos consideren como “foro web” – y, sorpresa, las herramientas para evitar filtros web.
Las opciones predeterminadas dependerán de cada ISP, pero viendo los precedentes imagino que todos tendrán todas las opciones cargadas por defecto. Es decir, que habrá que pedir explícitamente las categorías que no vayan a filtrarse, dejando a esos usuarios marcados.
La aplicación de un filtro me parece un esfuerzo inútil. Sí, bloquearán los dominios pornográficos, pero, ¿podrán con todos? Más importante aún: ¿Cómo bloquearán la pornografía que se transmita por correo, o por redes sociales? Por no hablar, claro, de si bloquear es la mejor forma de proteger a la infancia.
Al añadir estas categorías, los problemas son mayores. ¿Por qué bloquear “alcohol” o “tabaco”? En realidad, es una desprotección al impedir que se informen de lo que hacen esas sustancias. Tampoco especifican qué es “contenido violento”, que también puede llevar a problemas (aunque en menor medida).
Pero más allá de eso, el filtro de Cameron plantea problemas futuros. Como titula Open Rights Group su artículo, es ir sonámbulos hacia la censura. Por ejemplo, el filtrado de contenido extremista/terrorista es una puerta para bloquear las ideologías incómodas. También permitiría bloqueos silenciosos: un día, páginas incómodas dejan de ser accesibles, y obtienen fácilmente una lista con los que las visitan.
Obviamente, esto son especulaciones. De momento el filtro sólo va a actuar como control parental, pero como digo deja el camino abierto a la censura. Lo mejor de todo es que solucionar todos los problemas que plantea es tan sencillo como desactivarlo por defecto: los que crean que efectivamente protege a la infancia podrán activarlo, y el resto de personas mantiene una navegación libre por Internet sin ser señalados.