Pese al riesgo que corren unos 30 millones de estadounidenses, las autoridades sanitarias de EE.UU. no han dado una respuesta clara sobre si una vacuna que se repartía hace décadas causa cáncer o no.
Se trata de la vacuna contra la poliomielitis que se inoculaba entre 1955 a 1963, según informa la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En aquel entonces hasta un tercio de los 100 millones de estadounidenses vacunados podrían haber sido infectados con el virus SV40, detectado en algunas formas del cáncer humano.
Según la información, el virus fue descubierto en 1960 y pronto detectado en una proporción de la vacuna que se repartía contra la poliomielitis.
No hay ninguna información sobre la cantidad de vacunas contaminadas ni sobre las medidas de control para asegurar su retirada.
El virus SV40 fue descubierto en una especie de monos, dado que las células renales de los monos Rhesus se utilizaban en la preparación del medicamento. Se cree que fue así como se produjo la contaminación.
Pese a su relación con el cáncer, no se ha probado que el SV40 cause el cáncer.
Sin embargo, la agencia federal señala contradicciones en algunos resultados de la investigación y concluye que hacen falta más estudios.
Desde 1963 no ha habido casos de hallazgo del SV40 en las vacunas contra la poliomielitis.
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