El evento climático estuvo precedido por una jornada de intenso calor, inusual en el invierno austral, que según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), fue la causa de la formación de una llamada "nube conexa", responsable del fenómeno.
Sorprendidos por las ráfagas, vendedores ambulantes corrieron a resguardar sus mercancías, mientras la policía se vio obligada a controlar el tránsito.
Según el Senamhi, se reportaron vientos de entre 70 y 80 kilómetros por hora, en tanto pronosticó posibles nevadas en la cordillera como resultado del fenómeno.
Un evento meteorológico similar dejó en febrero de 2001 al menos 70 muertos, centenas de heridos y daños de consideración en esta capital y en El Alto.