Canadá: proponen la prohibición del burka y la cruz cristiana

 Ottawa, 17 sep (PL) La provincia canadiense de Québec registra hoy un aumento de las actitudes xenófobas, luego que su gobierno presentó una propuesta considerada discriminatoria porque prohíbe el uso en público de atributos religiosos como el burka y la cruz cristiana.

Jacques Frémont, presidente de la comisión defensora de los derechos civiles de ese territorio, dijo que existe un alza en las quejas procesadas por ese tipo de actos y llamó a respetar la libertad religiosa.

El diario Noticias Montreal informó que en los últimos días se multiplicaron los reportes sobre incidentes hacia miembros de la comunidad musulmana.

Según la fuente, varios medios de prensa recibieron videos e imágenes de ataques verbales hacia personas de diversas creencias en lugares públicos y durante los debates populares de la nueva medida que, según la primera ministra Pauline Marois, tiene como objetivo mostrar una sociedad laica en la provincia.

La disposición forma parte de la llamada Carta de Valores de Quebec y veta el uso de cualquier signo religioso a los empleados de los ministerios y otras instituciones estatales, cuerpos de policía, tribunales, centros educativos y hospitales.

El gobernante Partido Quebequense (PQ) presentó su iniciativa el martes pasado, pero existe una polémica por el tema desde que la prensa adelantó parte de su contenido varias semanas atrás.

El gobierno de Canadá, los principales partidos políticos del país, intelectuales y activistas sociales, entre otros, también rechazan la propuesta y alertan que supondrá el riesgo de excluir especialmente a miles de mujeres del mercado laboral.

Incluso el primer ministro Stephen Harper reiteró ayer que agotará los recursos necesarios para revocar la medida si resulta aprobada en el otoño por la Asamblea Nacional de Quebec.

Ante la creciente controversia, el Ejecutivo de la provincia francófona dijo que está dispuesto a modificar su propuesta antes de someterla al voto del Parlamento.

El PQ manifiesta un cambio de postura justo cuando diversas encuestas muestran una caída en el respaldo a su proyecto de ley y aumentan las tensiones sociales por el tema religioso.

Miles de personas marcharon el sábado pasado en Montreal contra la propuesta y sus organizadores denunciaron que la eventual aprobación de esa política traerá como consecuencia la fuga de inmigrantes a otras provincias del país.