El Dios dinero rige este sistema financiero

El Papa parece empeñado en seguir ejerciendo un nuevo tipo de liderazgo en la Iglesia católica plantando cara a la curia reaccionaria y en esa línea ha visitado este domingo el santuario de Nuestra Señora de Bonaria, en la isla italiana de Cerdeña, para encontrarse con un grupo de presos y y escuchar los testimonios de personas a las que está golpeando el paro y la crisis.
El dios dinero
En su discurso, el Papa criticó el “sistema económico” que rige en el mundo y que “tiene en el centro un ídolo llamado el dios dinero”. Un sistema “sin ética”, en el que “se desecha a los últimos: los ancianos y los jóvenes”, por medio de una “eutanasia escondida”; en el que “se deja caer a los jóvenes, que no encuentran trabajo” y que marca un mundo de “dos generaciones”, el de los sin trabajo y el de los que tienen trabajo.

Francisco sale al encuentro de la gente en la calle
Lo mismo que hizo durante su visita pasada a Río de Janeiro, el Papa fue al encuentro de la gente por las calles antes de encontrarse con las autoridades. El primer acto de su visita a Cerdeña fue un encuentro con trabajadores a las 8.45 de la mañana, justo después de su llegada al aeropuerto de Cagliari. El testimonio de un trabajador desempleado y de un pastor empobrecido que le regaló una bolsa de bandolera, emocionaron al Papa que decidió dejar de lado su discurso, “que entregaré después a los obispos como si hubiese sido pronunciado, mientras que a vosotros os hablo del corazón”, les dijo el Papa.

Llamar a las cosas por su nombre
Según afirmó el Papa en su discurso, el desempleo que sufre Cerdeña, “no es sólo un problema de Italia o de algunos países de Europa, sino la consecuencia de un sistema mundial, centrado en el ídolo del dinero, que lleva a esta tragedia”. Ante ese problema, afirmó Francisco, tenemos que “llamar a las cosas por su nombre y luchar juntos para que en el centro, al menos de nuestra vida, no esté un ídolo, sino el hombre, la mujer y la familia”.

Encuentro con presos y enfermos
Después, el Papa saludó a docenas de enfermos en literas o sillas de ruedas en el santuario de Nuestra Señora de Bonaria (“Buen Aire”). El programa del Papa incluye, por la tarde, encuentros sucesivos con los pobres y los detenidos, con representantes del mundo de la cultura y, finalmente, con los jóvenes, antes de emprender el regreso a Roma.