Vivir como hijos de Dios (2:29-3:2)

Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él.
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!.  Por eso el mundo no nos conoce porque no le reconoció a él.  
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado todavía lo que seremos.
Sabemos que, cuando se manifieste,  seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.