Conferencia de países árabes contra “judaización” de Jerusalén

Una conferencia internacional sobre Jerusalén, auspiciada por la Liga de Países Árabe, comenzó en Doha, Qatar, este pasado domingo veintiséis de febrero, con la participación de trescientas cincuenta representantes miembros, con el fin de recabar apoyos políticos y financieros para evitar la judaización de Jerusalén.
«Israel acelera lo que considera como su último combate para tener a Jerusalén como su capital», denunció el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en la inauguración del encuentro, trasmitida por la televisión catarí Al Jazeera.
En su discurso, Abbás aseguró que «Jerusalén vive un conflicto sin precedentes», ya que, según denunció, Israel continúa la destrucción de edificios significativos de la ciudad y sus alrededores, y construye asentamientos.
«Jerusalén permanecerá árabe en corazón, espíritu y alma, a pesar de la limpieza étnica contra los palestinos», añadió Abbás.
En esta conferencia en Doha, Qatar, que durará tres días, está previsto que Mahmud Abbás pida apoyo político y financiero para Jerusalén, para hacer frente a los planes israelíes de lo que él definió como «falsificar» la historia de la ciudad y convertirla en una localidad judía, señalaron fuentes palestinas de la Liga Árabe.
Los participantes en la conferencia tratarán, además, las «agresiones» israelíes contra los santuarios y los templos en Jerusalén.
Posterior al primer día de conferencia donde Mahmud Abbas tomo la palabra, el gobierno de Israel reacciono de inmediato a través del primer ministro Benjamín Netanyahu quien condenó duramente al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, por su discurso pronunciado ante la conferencia de Doha, Qatar, en la que el líder palestino afirmó que Israel “está tratando de borrar la naturaleza árabe, islámica y cristiana de Jerusalén”.
Netanyahu señaló que el discurso de Abbas fue una “grave incitación” “Se trata de un grave discurso de incitación de quien supuestamente dice que aspira a la paz”, denunció en un comunicado difundido por la Oficina del Primer Ministro. “Ha llegado el momento que la dirigencia palestina deje de negar el pasado y distorsionar la realidad.
Desde hace miles de años Jerusalén es la capital eterna del pueblo judío. Bajo la soberanía israelí, Jerusalén continuará abierta a los creyentes de todas las religiones. Existe aquí libertad de culto para todos e Israel continuará protegiendo devotamente los lugares sagrados de todas las religiones”. “Abbas sabe perfectamente que sus difamaciones no tienen fundamente, incluyendo sus infundadas afirmaciones con respecto a la mezquita de Al Aqsa. Israel espera de quien aparentemente dice aspirar la paz prepare a su pueblo para la coexistencia y no propague mentiras e incitación [porque] así no se hace la paz”, subrayó.
El Rey David estableció a Jerusalén como la capital de Israel en el año 1004 antes de Cristo. En Jerusalén, la presencia judía ha continuado ininterrumpidamente por 3000 años. Jerusalén se menciona diariamente en las plegarias judías y se menciona unas setecientas veces en el Antiguo Testamento, no así en el Corán, el libro “sagrado” de los musulmanes, donde Jerusalén no se menciona ni una sola vez.
Mientras para los musulmanes la Ciudad Santa de Jerusalén es el tercer sitio más “sagrado”, Jerusalén lo es todo para los judíos, el primero y único sitio sagrado.