Europa se congela. El frente polar procedente del sur de Siberia está causando estragos desde el pasado jueves en la Europa central y del este, donde casi dos centenares de personas han fallecido por la ola de frío, que llegó a la Península Ibérica en la madrugada del viernes. La mayor parte de los afectados son indigentes que fueron encontrados sin vida a la intemperie. Otros perecieron en los hospitales o fueron hallados en sus vehículos. Una veintena de países se van a ver afectados por la ola de frío, que avanza ahora con toda su crudeza hacia Europa occidental.
En Rumanía habían muerto 22 personas hasta el jueves por las bajas temperaturas, que han llegado a superar los 30 grados bajo cero. El intenso frío causó el caos en las carreteras y el cierre del espacio aéreo y marítimo. “Me sentía prisionero, hacía un frío terrible que impedía mantenerse en pie. Te congelabas nada más bajar del coche”, explica Cristian, uno de los que se quedó bloqueado en la carretera entre Cluj y Bucarest por la intensa nevada caída el pasado fin de semana y que obligó al Gobierno a movilizar al Ejército. Con el paso de las horas, la nieve se acumulaba sobre los vehículos. Ni rastro de los camiones quitanieves. “Llamé al 112 tres veces y no contestaron, por lo que telefoneé a otro centro de emergencias. Solo me confirmaron que la autovía estaba cerrada. Lo peor fue que nadie supo concretar si vendrían a ayudarnos”, recuerda el conductor.