El consumo diario de una taza de café puede modular el sistema inmunitario y proteger ante el cáncer de colon y de mama. Así se desprende del «Estudio nutrigenómico del efecto de compuestos polifenólicos del café en células tumorales humanas», realizado por el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona como proyecto de investigación ganador de la I Beca «Café, salud y nutrición».
Los investigadores trataron 'in vitro' modelos celulares de cáncer de colon y mama con concentraciones de ácido caféico y ácido clorogénico equivalentes a la ingesta diaria de una taza de café. Los resultados indican que estos compuestos polifenólicos del café modulan la expresión del gen STAT5B, que regula la vía de señalización de la prolactina, una hormona con carácter inmunoprotector en el desarrollo de los linfocitos B.
En lo referente a la prevención del cáncer, la investigación demuestra que el café es capaz de reducir el nivel de ATF2, una proteína que aumenta el estrés celular y que favorece el crecimiento de los tumores cutáneos. Los datos extraídos del estudio se suman a las evidencias científicas existentes en torno al papel protector que el consumo moderado y habitual de café podría desempeñar frente a algunos tipos de cáncer.
Por la mañana, después de comer, para merendar e incluso hay quien lo toma después de cenar. Un buen café siempre apetece pero si eres mujer y deseas tener un hijo, es mejor que no exageres con el consumo de esta bebida.
Según un estudio publicado en la revista «The British Journal of Pharmacology», la cafeína tiene un efecto negativo sobre la capacidad reproductiva femenina.
El descubrimiento es obra de un grupo de investigadores de la Universidad de Reno, en Nevada, que bajo la guía de Sean Ward, docente de fisiología y biología celular, se han llevado a cabo una serie de experimentos en ratones de laboratorio.
En particular, los investigadores se han concentrado en el efecto que diferentes dosis de cafeína tienen sobre las trompas de falopio de los animales, conductos por los que transita el óvulo desde el ovario al útero.
«Si los músculos no se contraen el óvulo no puede ser fecundado»
Experimentos de electrofisiología realizados en las trompas han revelado que la cafeína puede obstaculizar los movimientos de contracción de estos conductos. «Si los músculos de las trompas no se contraen, el óvulo no puede ser transportado impidiendo, por tanto, el feliz éxito del proceso de fecundación», explica Ward.
Células «pacemaker»
El camino del óvulo va acompañado del movimiento de mircoscópicas estructuras filiformes en el interior de las trompas de falopio. El motor fundamental del transporte parece ser la contracción de algunas células musculares presentes en las paredes de los conductos. Su actividad es coordinada por particulares células «pacemaker» y son estas últimas las que se convierten en el enemigo de la cafeína, según el estudio.
«No obstante, nuestra investigación se ha realizado en ratones», puntualiza Ward, quien asegura que el experimento arrojará luz en las futuras terapias de fertilidad del aparato reproductor femenino.
¿Qué cantidad de cafeína?
La investigación de la Universidad de Reno ofrece una potencial explicación sobre por qué las grandes consumidoras de café tienen en general más dificultades para concebir respecto a quien hace un uso moderado de la cafeína.
La cantidad de cafeína usada por estos expertos en los ratones es la que contienen cerca de dos tazas de café. No se sabe cuál es la dosis de esta sustancia que podría tener un efecto similar en el hombre.
«La cafeína tiene efectos diversos en personas distinas» -precisa Ward- «y por tanto también su efecto sobre la fertilidad podría cambiar según la mujer». Próximos estudios en las trompas de falipio humanas ayudarán a comprender mejor el fenómeno.