Un año después de que Osama Bin Laden muriera a manos de militares de Estados Unidos, se han desclasificado algunos de los miles de documentos que fueron encontrados en su refugio en Abotabad, Pakistán. La conclusión que se extrae al analizar sólo 17 de los documentos que ahora ven la luz (sobre un total de más de 6.000) es que el líder de Al Qaeda no era el maestro de marionetas que muchos pensaban a la hora de mover los hilos del yihadismo mundial, al que consideraba “incompetente”, lo que le hizo vivir con gran frustración los últimos años de su vida.
Quien ha hecho públicos los documentos es el Centro de Lucha contra el Terrorismo –tras el visto bueno de la Casa Blanca-, escuela de investigación perteneciente a la academia militar de West Point, y que escribe el nombre del que fuera enemigo público número uno como Bin Ladin en lugar de Bin Laden. Los papeles, 175 páginas escritas en árabe, que están colgados en la página web corresponden a las fechas entre septiembre de 2006 y abril de 2011 e incluyen correspondencia interna de Al Qaeda, con cartas de Bin Laden y líderes del grupo asociado en Yemen, así como de militantes en Somalia y Pakistán.
Los documentos, hallados en cinco ordenadores, decenas de discos duros y más de 100 archivos, muestran que Bin Laden siguió planificando hasta su muerte nuevos ataques terroristas a gran escala contra Estados Unidos. Otros documentos revelan que Bin Laden comprendió que grupos como Al Qaeda en Irak desprestigiaban a la organización Al Qaeda con acciones como las matanzas de civiles y el degüello televisado de secuestrados.
Otros papeles sugieren que el grupo tenía relaciones muy tensas con Irán. Un dato a resaltar es que no hay ninguna referencia explícita a apoyos institucionales por parte de Pakistán, donde el líder de Al Qaeda vivió durante nueve años. Bin Laden fue objeto de una intensa búsqueda tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 hasta que al final le dieron muerte un grupo de Navy Seals el 1 de mayo del año pasado.
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