Tegucigalpa, 7 may (PL) De 1998 a marzo de 2012 fueron asesinados mil 315 menores de 23 años de edad de uno y otro sexo en Honduras, informó hoy el Observatorio de los Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes.
La dependencia de la organización humanitaria Casa Alianza, dedicada a velar por los derechos de ese segmento social tan vulnerable, precisó que entre las víctimas destaca la cantidad de mujeres jóvenes.
Cerca de 20 por ciento de los homicidios ocurridos en el último año fueron contra féminas y de ellas, 70 por ciento oscilaba entre los 15 y 35 años de edad.
Las mujeres constituyen 51 por ciento de la población hondureña y de ese porcentaje, alrededor del 55 por ciento pertenece a ese rango etario. En los menos de dos años de administración del presidente Porfirio Lobo, las cifras anuales de crímenes contra jóvenes casi se duplicaron si se comparan con los registrados bajo gobiernos anteriores, añade el documento emitido por el Observatorio de los Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes.
Desde noviembre de 2009 hasta marzo de 2012 perecieron por la violencia dos mil 92 menores de 23 años, lo que supera la mil 19 víctimas reportadas durante el mandato de Carlos Flores (1998-2002) o las mil 976 registradas bajo el de Ricardo Maduro (2002-2006).
En Honduras, miles de jóvenes mueren cada año por robo, venganza y el llamado crimen pasional, entre otros, pues los asesinos parecen sentirse intocables en un país donde 98 por ciento de los homicidios queda en la impunidad, según el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos.
Este dato concuerda con lo señalado por el Observatorio que en 86 por ciento de los casos se desconoce al responsable de las muertes de los jóvenes ejecutados de manera arbitraria desde 1998 hasta este año.
El departamento de Cortés, con 39 por ciento de los casos, es el más afectado por la problemática, seguido por el de Francisco Morazán (35 por ciento) y Atlántida (15 por ciento).
La dependencia de Casa Alianza manifestó su preocupación por el futuro del país centroamericano ante la ola de crímenes violentos que azota sobre todo a este grupo humano.
Las tasas elevadas de desempleo constituyen uno de los factores que llevan a muchos jóvenes a cometer crímenes, a juicio del ministro de Trabajo, Felícito Ávila, citado por el diario La Prensa.
Los más afectados por el desempleo tienen entre 18 y 29 años, y representan 42 por ciento de la población económicamente activa del país. Creemos que la inserción laboral de los jóvenes es determinante para evitar que se involucren en actos ilícitos, declaró el funcionario.
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