Los investigadores de la Academia General de Odontología de EE. UU. examinaron los niveles de acidez en 13 bebidas deportivas y en nueve bebidas energéticas. Para probar el efecto de estos niveles, los científicos sumergieron muestras de esmalte dental humano en cada bebida durante 15 minutos y acto seguido hicieron lo mismo en saliva artificial durante dos horas. Este ciclo se repetía cuatro veces al día y encontraron que los daños en el esmalte se hicieron evidentes después de tan sólo cinco días. De hecho, encontraron que las bebidas energéticas causan el doble de daño que las deportivas.
Entre el 30% y el 50% de los estadounidenses jóvenes consumen bebidas energéticas y hasta el 62% de ellos beben por lo menos una bebida deportiva por día. Por este motivo los especialistas recomiendan reducir al mínimo su consumo o, dado el caso de que esto no sea posible, aconsejan masticar chicle sin azúcar o enjuagarse la boca con agua, ya que de este modo se aumenta el flujo de saliva, lo que ayuda a devolver a la normalidad los niveles de acidez en la boca.
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