Un escandaloso caso de negligencia de los empleados de la Agencia Antidrogas de EE. UU. (DEA) tuvo lugar a finales de abril en San Diego, cuando un joven detenido fue encerrado durante cinco días sin agua ni comida y se vio obligado a beberse su propia orina para sobrevivir.
Daniel Chong, un estudiante de 24 años, fue detenido por los agentes de la DEA junto con otras ocho personas durante una redada realizada en el apartamento donde los jóvenes fumaban marihuana. Los agentes incautaron pastillas de éxtasis, setas alucinógenas y armas, según informó CBS 8 News. Siete de los detenidos fueron trasladados a un centro de detención, mientras que uno fue liberado.
Chong se encontraba entre los detenidos. Lo esposaron y lo dejaron encerrado solo en una celda pequeña. Pasaron las horas pero nadie venía a interrogarle. Daniel cuenta que empezó a gritar y hasta a patear la puerta para atraer la atención pero todo fue inútil. Como en la celda no había agua y con el paso del tiempo el organismo del joven se estaba deshidratando, se vio obligado a beber su propia orina para sobrevivir. Cuando pasaron unos días sin que nadie viniera a buscarle, Chong se desesperó hasta tal punto de pensar en suicidarse. De hecho incluso intentó llevar a cabo este plan: cortó los vidrios de sus gafas con los dientes e intentó cortarse las venas, pero afortunadamente no logró hacerlo.
El quinto día de cautiverio se convirtió también en el día del rescate para Daniel. Un empleado escuchó sonidos extraños que venían de la celda, se acercó a ver lo que pasaba y al abrir la puerta vio al joven.
Chong fue trasladado a un hospital local donde pasó tres días en cuidados intensivos.
Ningún representante de la DEA le ha pedido disculpas al joven. Tampoco le presentaron cargos. De acuerdo con el comunicado de la agencia “a Chong lo dejaron en la celda por negligencia”.
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