8:2Tengo misericordia de la multitud, porque ya hace tres dias que están conmigo; y no tienen que comer.
8:3Y si los envio en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de léjos.
8:5Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete.
8:6Entónces mandó a la multitud que se recostasen sobre la tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los rompió, y dió a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante a la multitud.
8:7Tenían también unos pocos pececillos, y habiendo bendecido, dijo que también se los pusiesen delante.
8:8Y comieron, y se hartaron, y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete espuertas.
8:9Y eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió.
8:10Y luego entrando en la nave con sus discípulos, vino a las partes de Dalmanuta.