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Aparentemente, la chica había tomado fotos de su pecho con una cámara web y posteriormente estas imágenes acabaron en las manos de un pedófilo que empezó a chantajearla virtualmente y en persona. La joven se negó a cumplir sus exigencias y las fotos fueron divulgadas en la Red. Desde aquel momento, Amanda era víctima de acoso en cada una de las escuelas a las que era trasladada, lo que la condujo a una depresión aguda y luego al suicidio. La Policía canadiense ha iniciado una investigación del caso. Por su parte, el Parlamento del país abrió un debate para promover una iniciativa contra el acoso escolar y cibernético. El diputado socialdemócrata Dany Morin, de 26 años de edad, quien la propuso, afirma que la situación se ha convertido en "un problema nacional", magnificado por Internet.