Las calles de la ciudad brasileña de Rio de Janeiro fueron el lunes escenario de manifestaciones de miles de personas en rechazo a la ley que pretende repartir los beneficios de yacimientos petrolíferos en el país latinoamericano.
Alrededor de 200 mil brasileños de diversos sectores participaron en la movilización para mostrar su oposición a la ley que contempla repartir de forma equitativa las ganancias petroleras del país sudamericano entre los 27 estados, sin tener en cuenta que exploten o no el hidrocarburo.
Los manifestantes, entre ellos los representantes de los municipios que producen petróleo Campos dos Goytacazes y Macaé, pidieron a gritos que la presidenta Dilma Roussef vetase la polémica ley, ya que disminuirían los ingresos que tienen esas zonas por la industria petrolera.
Según el gobernador del estado Rio de Janeiro, Sergio Cabrallas, la reducción financiera puede causar el incumplimiento de los contratos con el Comité Olímpico Internacional y la FIFA e impactar el buen desarrollo de esta ciudad como anfitriona de la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
El Parlamento de Brasil aprobó el 6 de noviembre un proyecto de ley que, según los críticos, favorece a estados que no producen crudo en detrimento de regiones productoras, como Rio de Janeiro y Sao Paulo. Para que entre en vigor esta ley solo falta el decreto de Roussef, que tiene plazo hasta el día 30 de este mes.
