Violentos choques entre budistas y musulmanes en Birmania

Musulmanes y budistas se han enfrentado en las últimas horas en la ciudad de Lashio, ubicada en la provincia de Shan, en el este de Birmania, en el último brote de violencia religiosa en el país asiático.
Al parecer, todo empezó el martes por la tarde por una pelea entre un hombre musulmán y una mujer budista que estaba vendiendo combustible.
En el marco de la disputa, el hombre roció con gasolina a la mujer y le prendió fuego. Inmediatamente después del suceso, la Policía detuvo al hombre. La mujer, por su parte, está ingresada en un hospital de Lashio, sin que se haya informado sobre su estado de salud.
En respuesta a estos hechos, decenas de budistas se concentraron alrededor de la comisaría donde se encontraba el hombre para que se lo entregaran y pudieran ajusticiarle ellos mismos. Ante la negativa de la Policía, empezaron a atacar locales musulmanes.
En apenas unas horas una mezquita, varias escuelas religiosas y comercios, tanto musulmanes como budistas, han ardido en llamas. En este contexto, las autoridades han impuesto la Ley de Emergencia, conocida como Sección 144, que prohíbe las reuniones, marchas y discursos públicos.
El miércoles, Lashio ha amanecido en calma. Se trata del último brote de violencia religiosa en un año que ha estado plagado de ellos. Desde finales de 2012 cientos de personas han muerto por los choques entre musulmanes y budistas en Rajine y Meiktila.
Birmania, cuya población es mayoritariamente budista, no reconoce a los musulmanes 'rohingya' como una de sus 135 minorías etnias, sino que sostiene que son inmigrantes bangladeshíes que entraron en el país de forma ilegal, por lo que no merecen la ciudadanía. La comunidad internacional ha instado al Gobierno de Thein Sein a abordar la marginalización de los 'rohingya', en el marco del proceso de reformas políticas y económicas que emprendió en marzo de 2011, cuando asumió el poder tras décadas de Junta Militar.