Según explicaron los expertos al diario El Tiempo, el molusco gigante, oriundo de Kenya, Mozambique y Tanzania, se está expandiendo en 23 de los 32 departamentos colombianos.
El achatina fulica, detallaron los especialistas, además de arrasar con cultivos como el plátano, la yuca y el café, es portador de un parásito que causa en las personas dolores abdominales y meningitis, con consecuencias mortales.
La entrada de esta especie a suelo colombiano aumentó en 2010 en zonas como el Amazonas, Putumayo y Huila, añadió la fuente.
El experto Ricardo Combariza, de la Corporación Autónoma de la Orinoquia (Corporinoquia), calificó la invasión de esta especie como crítica, sobre todo en municipios de los departamentos de Casanare, Arauca y Vichada.
Solo en Yopal, en Casanare, en una jornada de captura encontramos hasta 15 mil ejemplares, apuntó, y en Buenaventura otros 320 mil.
En 2011 el ministerio de Ambiente expidió una resolución para controlar y prevenir la presencia del caracol gigante y prohibir su uso y cría en cautiverio, pero la invasión está lejos de ser controlada.
La baba del caracol, que alberga el parásito, ha dejado ya varias personas muertas en países como Brasil, Perú y Ecuador.
En enero de 2012 en Colombia también se reportó la muerte de un bebé de 15 meses en San Andrés, Tumaco, por meningitis bacteriana, tras tener contacto con esa especie, señaló la fuente.
El molusco, cuya concha puede medir hasta 300 centímetros de longitud y ocho de alto, puede vivir en condiciones climáticas extremas.
