El primer ministro palestino, Rami Hamdolá, ha insistido este sábado en la necesidad de poner más presión al régimen de Israel para detener las construcciones de asentamientos en los territorios ocupados, liberar a los presos palestinos y levantar el bloqueo impuesto contra la Franja de Gaza.
Ratificando el mismo concepto, el canciller galo ha argumentado que la continuación de tales políticas, por parte del régimen de Tel Aviv, obstaculizará la formación del Estado palestino.
De igual manera, el jefe de la Diplomacia francesa ha dicho que los acontecimientos del mundo árabe no tienen que desviar la atención del conflicto palestino, pues esto es uno de los principales temas de Oriente Medio.
En su opinión, la justicia es un derecho negado al pueblo palestino, por lo que ha enfatizado en una solución permanente para el conflicto.
En vísperas del inicio de la segunda ronda de diálogos, el régimen de Tel Aviv anunció la construcción de otras 2000 viviendas en las zonas ocupadas, hecho que generó una ola de indignación entre los palestinos y la comunidad internacional.
Los partidos y organismos contrarios a esta reanudación insisten en que no debe haber una conversación de paz hasta que haya una paralización total de la construcción de asentamientos, libertad para todos los presos y el reconocimiento de Palestina como un país con las fronteras determinadas en 1967, cuya capital es Al-Quds (Jerusalén).
