Los talibanes y Al Qaeda en Afganistán reciben contratos militares por parte de EE.UU. mientras los funcionarios de EE.UU. lo justifican aludiendo a los "derechos del debido proceso" y no los revocan, según un organismo de supervisión independiente.
El Ejército de EE.UU. no anuló 43 contratos firmados en Afganistán entre compañías e individuos estadounidenses con patrocinadores de los talibanes y Al Qaeda, entre otros, según denunció John Sopko, inspector general especial para la reconstrucción de Afganistán (SIGAR, por sus siglas en inglés).
"Estoy profundamente preocupado de que los militares estadounidenses puedan perseguir y hasta matar a los terroristas y sus partidarios, pero al mismo tiempo no podemos evitar que estas mismas personas firmen contratos gubernamentales", lamentó Sopko.
El informe detallado de 236 páginas del inspector representa un resumen de las evaluaciones más críticas de las labores de EE.UU. para ayudar a reconstruir Afganistán, mientras el Pentágono se prepara para la retirada de las tropas para finales del próximo año.
"Parece que hay una creciente brecha entre los objetivos de la política de Washington y la realidad que consiguen en Afganistán, sobre todo cuando el Gobierno tiene que tener a contratistas para llevar a cabo su misión", dijo Sopko.
Comentando el informe del inspector SIGAR, el portavoz del Ejército de EE.UU., Matthew Bourk, dijo que no hay suficientes datos que demuestren la conexión de los posibles contratistas con los talibanes, y que esta información se basa en fuentes anónimas.
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