EL CAIRO (Reuters) - Unos enviados internacionales visitaron el lunes a un alto cargo de los Hermanos Musulmanes encarcelado, dijo la agencia estatal de noticias, para tratar de desactivar la crisis que se desató en Egipto tras la caída del presidente Mohamed Mursi.
Los enviados se reunieron con el segundo líder de la organización, Jairat el Shater, después de medianoche, tras haber recibido el permiso del fiscal general para la visita en la prisión de Tora, al sur de El Cairo, dijo la agencia MENA.
La información que cita a una "fuente informada" contradice un desmentido anterior del Gobierno de una visita de responsables de Estados Unidos, La Unión Europea, los Emiratos Árabes Unidos y Catar.
MENA no dio más detalles. Antes, el canal Al Yazira dijo que la reunión tuvo lugar. Las informaciones no se pudieron confirmar independientemente.
Shater es el subjefe del grupo que aupó a Mursi al cargo el pasado año en las primeras elecciones democráticas presidenciales de Egipto. Visto como un estratega político, fue arrestado tras la caída de Mursi por cargos de incitar a la violencia.
El esfuerzo de mediación internacional está ayudando a contener el sangriento conflicto entre los seguidores islamistas de Mursi y el Gobierno interino de los militares que lo derrocaron el 3 de julio, tras multitudinarias protestas contra su mandato.
El Gobierno respaldado por los militares dijo el domingo que daría una oportunidad a la diplomacia, pero advirtió de que tenía un tiempo limitado.
Miles de seguidores de Mursi siguen acampados en El Cairo, mientras que el Gobierno ha declarado que son una amenaza para la seguridad nacional y pidió que se dispersasen.
El diario Al Masry Al Youm dijo que Shater recibió la visita de una delegación entre la que estaba el vicesecretario de Estado estadounidense, William Burns, y el enviado de la UE, el español Bernadino León.
Shater dijo a los enviados que sólo mantendría conversaciones en presencia de Mursi porque era "el presidente legítimo", dijo el diario en su sitio web, mencionando a una fuente de seguridad.
Los diplomáticos estuvieron acompañados por miembros de las fuerzas armadas durante la visita, que la información dijo que se centró en los medios para terminar con las sentadas en las calles.
Las autoridades dijeron que los Hermanos Musulmanes incitaron a la violencia y los acusan de emplear el terrorismo - un cargo que el movimiento niega en uno de sus momentos más duros en sus 85 años de historia.
La crisis ha dejado a Egipto, el país árabe más poblado, peligrosamente dividido dos años después de la caída del presidente Hosni Mubarak y abre interrogantes sobre el futuro de su democracia recién instaurada.
Mursi fue el primer presidente de Egipto libremente elegido en junio de 2012. Pero los temores de que buscase convertirse él mismo en un nuevo dictador se unieron con el fracaso de relajar las penurias económicas que sacuden a muchos de sus 84 millones de habitantes, que protestaron en masa el 30 de junio, desencadenando la intervención del Ejército.