El pastor Geovanny Medrano declaró que el incremento de los casos de embarazos en adolescentes con sus consecuencias de muertes en la sociedad dominicana es una muestra fehaciente de la descomposición social en la familia por la falta de conocimiento de Dios.
Medrano, líder del movimiento “Lunes Negro”, señaló que por la abundancia del pecado y la falta de orientación los adolescentes cada día caen en los vicios de las drogas y el alcoholismo y en la práctica prematura del sexo.
Estimó que ya es tiempo de que la familia dominicana tenga un verdadero rencuentro con Dios, buscando su rostro a través de su palabra leyendo cada día la sagrada escritura en los hogares.
Dijo que son alarmantes las estadísticas ofrecidas por el director de la maternidad La Altagracia de que el 24 por ciento de los abortos y el 30 de los embarazos se están produciendo en adolescentes con su consecuencia de muertes.
Aseguró que esa situación no se resuelve con condones o con libertad sexual como lo plantea Pro-familia, sino que es un problema social de pecado y de la negativa del hombre en buscar la palabra de Dios.
Explicó que las relaciones sexuales fuera del vínculo matrimonial es una violación fragrante a la ley de Dios y eso trae consecuencias y estas estadísticas comienzan a mostrarlo.
Enfatizó que también hay que resaltar el daño psicológico trae esa situación ya que la mayoría de las menores embarazadas son abandonadas por los padres de las criaturas y tienen que enfrentar la situación sola, lo que impide que puedan seguir desarrollando su vida educacional.
Consideró que es necesario que en los hogares dominicanos vuelvan a fomentarse el temor a Dios y por consecuencia el amor a su palabra, para que estas estadísticas comiencen bajar.
Dijo que es deplorable según los datos ofrecidos que al menos 209 niñas con edades entre los 11 y 14 años que dieran a luz en la maternidad La Altagracia y 459 sus padres las sometieran a procesos de abortos.
Consideró que el próximo mes de septiembre se celebrará en el país, el “Mes de la Biblia”, ocasión que entiende es propicia para que se comience a leer su palabra en los hogares junto a los hijos buscando el rostro de Jesucristo.
