Damasco, 4 ago (PL) Una nueva masacre en esta capital se sumó a la larga lista de asesinatos contra civiles inocentes que perpetran desde hace más de dos años las bandas mercenarias y radicales islámicos que buscan derrocar por la fuerza al gobierno sirio.
En la madrugada del 3 de agosto, integrantes de la Brigada de Mártires de Ruken al-Din, perteneciente al denominado Ejército Libre Sirio, allanaron la casa de Walaa Abbas, estudiante de Periodismo, ubicada en el distrito de Ruken al-Din, en el norte de Damasco.
Vecinos del lugar contaron a Prensa Latina que los extremistas degollaron con cuchillos a la madre, el padre y las dos hermanas, antes de asesinarla a ella.
La referida agrupación de extremistas reivindicó el hecho en su página de la red social Facebook.
Solo salvó su vida el hermano más pequeño, de cinco años, quien huyó cuando vio cómo su familia estaba siendo masacrada, contaron las fuentes.
Un funcionario del Ministerio de Información que solicitó el anonimato refirió a Prensa Latina que el crimen responde a que esa familia mantenía su apoyo al gobierno del presidente Bashar al-Assad y por ser alauitas, el mismo grupo confesional derivado de la rama del chiismo al cual pertenece el mandatario.
Los asesinos son terroristas, fundamentalistas islámicos que matan a todo aquel que no profese su religión, denunció.
Explicó que la joven Abbas era una estudiante universitaria y pertenecía a un grupo de voluntarios que con frecuencia limpian las calles, embellecen parques, pintan banderas en los separadores de las principales avenidas y reparten comidas a las personas de bajos recursos.
Esos que cometen tan bárbaros actos son los considerados luchadores por la libertad del pueblo sirio que tanto alaba Occidente y sus acólitos regionales, criticó.
Recientemente, las autoridades denunciaron la matanza por una entidad terrorista de civiles y militares en Khan al-Assal, localidad de la septentrional provincia de Alepo, donde asesinaron a 123 personas.
El hecho fue condenado por Damasco a la ONU, así como por organizaciones de la sociedad civil y la población.
Un porcentaje significativo de la calificada como insurgencia está integrada por radicales islámicos y fundamentalistas, entre los cuales destaca el Frente al-Nusra, confeso autor de los más mortíferos ataques dinamiteros y suicidas en esta nación.