Todo o nada

Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa... y se tiró al mar

¿Alguna vez has sufrido una crisis durante la cual lo has abandonado todo de una forma intencional, categórica y sin que importaran las consecuencias? Es una crisis de la voluntad. Muchas veces puedes alcanzar este punto en el ámbito externo, pero no lograrás nada. La crisis verdadera y profunda del total abandono es interior, no exterior. Renunciar a las cosas externas puede ser un indicio de que estás en completa esclavitud.
¿Has sometido conscientemente tu voluntad a Jesucristo? Es una operación de la voluntad, no de las emociones. Cualquier emoción positiva que resulte no es más que el brillo exterior de esa operación. Si enfocas tu atención hacia lo que sientes, nunca te someterás a Él. No le preguntes a Dios cómo debería ser ese acto de sometimiento, sino sométete con respecto a lo que ya tienes delante de ti, bien sea en un plano superficial o profundo.
Si has escuchado la voz de Jesucristo en las olas del mar, puedes soltar tus convicciones y tu firmeza de carácter a los cuatro vientos, pero conserva tu relación íntima con Él.