
Le atribuyeron a Gage haber dicho "¡pum! ¡pum!" mientras jugaba. Y el juego presuntamente consistía en acercar el juguete al cuello de un compañero. "Ese fue el motivo que nos dieron", según relató al canal informativo Fox 2 la madre, Krystal Brewer.
La mujer habló con dos compañeros de clase de su hijo, quienes le aseguraron que ni esas palabras o semejantes al "ra-ta-ta-ta-ta" con el que juegan simulando los disparos de una metralleta fueron pronunciadas por el niño. Todo esto ha hecho pensar a los padres que la suspensión realmente tiene que ver con la epilepsia que padece el niño y que podría enfurecer a los maestros.
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