
Las Fuerzas Armadas de Filipinas, -también están bajo la observación de HRW-, que está siendo acusada por supuestamente torturar y maltratar a presuntos rebeldes.
La lucha ha durado dos semanas, y ya han muerto más de 100 personas, en su mayoría rebeldes. Las estimaciones son que el MNLF todavía tiene cerca de 25 rehenes en su poder. El ejército ha recuperado el control del 70 por ciento de Zamboanga, la sexta ciudad más grande de Filipinas.
A pesar de la denuncia, los cristianos están siendo utilizados como escudos humanos, en la región que tiene un conflicto más político que connotaciones religiosas, dijo la alcalde de Zamboanga, Maria Isabel Climaco Salazar. Según ella, la lucha no es un ataque directo contra los cristianos en la región.
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