Sixto Paz y el 2012

Las profecías mayas que aparecen en la estela encontrada en el Monumento 6 de la ciudad maya de Tortuguero, Chiapas, México, tienen en jeroglífico la fecha 21 de diciembre del 2012, cuando según los mayas se cumplirá el final de un ciclo cósmico, pero no el fin del mundo, ilustra Sixto Paz, investigador, escritor y contactado peruano.

Cuando Sixto Paz participaba, en 2005, en la grabación de un documental sobre el fenómeno ovni para el canal “Infinito”, de televisión por cable, en Cabo de la Vela, la Guajira colombiana afirma se les apareció una astronave.

Paz ha regresado al país tras ocupar años de su vida en intensas jornadas de investigación, consolidación y divulgación de su amplia experiencia de contacto por diversa regiones del mundo, y de momento su actividad está centrada en orientar a las personas con conferencias sobre las profecías mayas y el 2012.

Es así Paz dictará en la capital hondureña las conferencias “La gran revelación del 2012” y “El plan cósmico, según los extraterrestres”.
Prolífico investigador y escritor de sus experiencias de contacto con “seres de las estrellas” y otros planos, Paz contrasta que este final es, a la vez, un nuevo comienzo, como un renacimiento de la humanidad.

Todo el año 2012 estará marcado por la liberación de información sobre el fenómeno de los Objetos Voladores No Identificados (OVNI) o astronaves y el contacto por parte de los gobiernos y las religiones, lo cual traerá consigo un despertar de conciencia y un cambio de mentalidad en el ser humano.

Metafóricamente, ilustra que se espera que una de las divinidades mayas que acompañaron la creación del mundo, Bolom Yokte, descienda a la Tierra para presidir esos cambios.

Conviene recordar que los mayas afirmaban, en sus mitos y leyendas, que sus antepasados vinieron de las pléyades (“las siete cabritas”) y que llegaron a la Tierra a través de una gran cola de serpiente o una caña hueca, que no sería otra cosa que los llamados “agujeros de gusano” o “pliegues cósmicos”, según la física cuántica.

La antigua civilización que pobló todo Mesoamérica ya sabía hace miles de años que el planeta era redondo, giraba alrededor del Sol, que todo el sistema solar giraba en torno al centro de la galaxia, y que ese movimiento elíptico, alrededor de un Sol central de la galaxia, al que llamaron Hunab Ku, duraba 260 millones de años, y a eso le llamaron el año galáctico.

A su vez, el sistema solar giraba alrededor de la estrella Alcyone de las pléyades una vez cada 25,625 años, y eso fue llamado por los mayas el “día galáctico”, que consiste en cinco ciclos de 5,125 años cada uno: Uno sería el amanecer, otro la mañana, el mediodía, la tarde y, finalmente, la noche.

Los mayas dataron el inicio de su civilización en el año 3,113 al 3,114 antes de Cristo, justo el momento en que empezaba el último ciclo de 5,125 años, que vendría a ser el ciclo de la noche oscura, que tendría que terminar el 21 de diciembre del 2012, cuando empezaría un nuevo ciclo de cinco ciclos, un nuevo día y, a la vez, una era dorada para la humanidad de conocimiento y fraternidad.

La inscripción en el Monumento 6 de Tortuguero solo señala una fecha sobre la terminación de un ciclo y el comienzo de otro.
Los inicios de Paz en el fenómeno OVNI se remontan a 1974, año en que el renombrado periodista español J. J. Benítez lo acompañó a un encuentro programado con anticipación en el desierto peruano de Chilca.

Paz ha invitado ocho veces a la prensa internacional a estos encuentros. La última vez fue en marzo del 2009, cuando la famosa juez Ana María Polo, del programa “Caso Cerrado”, de la cadena Telemundo, fue testigo con otros periodistas de la aparición anunciada de un ovni, en el mismo lugar del desierto peruano.
¿Por qué estamos registrando en la actualidad tantos cambios y convulsiones planetarias: terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, tornados, tsunamis, etcétera? Paz explica que esto se debe a que una energía extraordinaria procedente del Sol central de la galaxia emana una radiación que acelera los cambios y que llega al sistema solar terrestre cada 26,000 años con más fuerza que nunca, coincidiendo con los ciclos de 11 años de crisis del Sol.

Todo esto potenciará las tormentas solares para este y el próximo año. Esa energía está afectando no solo el campo magnético terrestre, sino también el núcleo de la Tierra, provocando la gran expansión tectónica que trae consigo la activación de volcanes y aumento de sismos, como algo cíclico y cósmico.

El propósito de transmitir esta información es para tranquilizar a la población, pero también prepararla para enfrentar de la manera más responsable los cambios mundiales que, a la vez, requieren de nosotros un cambio de actitud, tornándonos más solidarios y comprometidos con la naturaleza.