Las células del útero poseen conexiones eléctricas que les permiten moverse en sincronía durante las contracciones del parto. Así se ha comprobado en una investigación que ha utilizado un modelo informático para simular el funcionamiento del útero.
En nuestro organismo existen otras situaciones en las que un grupo de células es capaz de moverse rítmicamente, por ejemplo durante el latido del corazón. Sin embargo, en este caso el mecanismo de la contracción se conoce bien, ya que hay un grupo de células especializadas que funcionan como una especie de marcapasos biológico y coordinan los movimientos. En el caso del útero las contracciones solo se dan durante el parto y además no existe tal marcapasos.
Los resultados de este trabajo, publicado en la revista Physical Review Letters, aclaran en parte el misterio. En el útero existen dos tipos de células: unas musculares, capaces de contraerse y expandirse cuando reciben impulsos eléctricos, y otras de tipo pasivo que se encargan de conectar las células musculares entre sí. En el momento del parto las conexiones se incrementan progresivamente, de forma que el número de células que se contraen también aumenta. Además, cuando existen pocas conexiones las células se mueven de forma asincrónica, y según van aumentando, los movimientos empiezan a ser más acompasados hasta que todos los grupos se fusionan y forman una única onda de contracción.
El modelo informático desarrollado por los investigadores permite predecir el comportamiento de las células uterinas según aumentan o disminuyen las conexiones eléctricas entre ellas. Conocer el funcionamiento mecánico del útero en el momento del parto puede ser útil para evitar los nacimientos prematuros, ya que muchos de ellos se producen precisamente porque las contracciones del parto comienzan demasiado temprano.