Israel: Las demoliciones de viviendas beduinas en el desierto del Néguev deben cesar de inmediato

Israel debe detener de inmediato todas las demoliciones de viviendas árabes beduinas de las comunidades del desierto del Néguev (Naqab) que el gobierno se niega a reconocer oficialmente, ha manifestado Amnistía Internacional tras saberse que las autoridades competentes han arrasado una vez más el pueblo de Al Araqib.
“Las autoridades israelíes deben detener las demoliciones en estas comunidades y cambiar completamente de curso para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda adecuada”, ha señalado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“El plan Prawer-Begin del gobierno israelí supondrá el desalojo forzoso de decenas de miles de ciudadanos árabes beduinos de Israel. Es intrínsicamente discriminatorio, va en contra de las obligaciones internacionales de Israel y no puede aceptarse en ninguna circunstancia.”
Las excavadoras de la Administración de Tierras de Israel, acompañadas de un gran contingente policial, fuertemente armado y transportado en más de 60 vehículos, llegaron a Al Araqib el martes de madrugada y comenzaron a destruir 15 chozas, arrasando prácticamente el pueblo y desplazando a 22 familias.
Al Araqib, que las autoridades israelíes no han reconocido jamás oficialmente a pesar de que los habitantes llevan mucho tiempo reclamando sus tierras, ha sido demolido más de 50 veces en los últimos tres años. En cada ocasión, los habitantes han intentado reconstruir sus hogares, levantando refugios provisionales en las mismas tierras.
“Tenemos derecho a quedarnos aquí; llevamos generaciones luchando y perseveraremos –ha afirmado Aziz al-Turi, uno de los habitantes del pueblo–. Nuestros abuelos están enterrados en estas tierras. Continuaremos reconstruyendo y manifestándonos para defender nuestro derecho a vivir aquí.”
Esta última demolición se ha producido al día siguiente de una serie de manifestaciones masivas organizadas en todo Israel y en los territorios ocupados de Cisjordania y la Franja de Gaza contra el proyecto de Ley de Regularización del Asentamiento Beduino en el Néguev, que prevé el desalojo forzoso de más de 30.000 habitantes de 35 pueblos beduinos “no reconocidos” del desierto del Néguev. En algunas zonas, como Beer Sheva y Sajnin, la policía israelí hizo uso excesivo de la fuerza contra los participantes en manifestaciones pacíficas contra el plan.
Las autoridades israelíes consideran ilegal toda construcción en estos pueblos, cuyos 70.000 habitantes carecen de servicios básicos, incluido el suministro de agua y electricidad.
Amnistía Internacional insta a las autoridades israelíes a que anulen el proyecto de ley, que se espera que genere un aumento masivo de las demoliciones de viviendas en estas comunidades. Aunque sólo el proyecto de ley ha recibido sólo la primera aprobación en el Knesset (el Parlamento), la Administración de Tierras de Israel procede de manera habitual a demoler viviendas y otras estructuras en estos pueblos sin ningún impedimento. En los últimos cinco meses se han demolido allí más de 120 viviendas y otras estructuras.
“Las reiteradas demoliciones de Al Araqib y otros pueblos son muestra de que en la práctica se está implementando el plan Prawer-Begin a pesar de que el proyecto de ley está todavía pendiente en el Knesset y de que no se ha consultado aún realmente a las comunidades que se verán afectadas”, ha indicado Philip Luther.
“El plan Prawer-Begin discrimina a la población árabe beduina al proteger su derecho a la tierra y su derecho a una vivienda menos que en el caso de otros ciudadanos israelíes. La comunidad internacional debe presionar al gobierno israelí para que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos dentro de sus fronteras, así como en los Territorios Palestinos Ocupados.”
Información complementaria:
Las protestas del 15 de julio y la respuesta de las autoridades
- El 15 de julio se celebraron manifestaciones contra el plan Prawer-Begin y el proyecto de ley israelí en comunidades palestinas de todo Israel, así como en los Territorios Palestinos Ocupados. El Comité Superior de Seguimiento para la Ciudadanía Árabe de Israel convocó además una huelga general.
- La policía y las fuerzas de seguridad israelíes hicieron uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes en Beer Sheva y Sajnin, mientras que la administración de facto de Hamás impidió una manifestación de jóvenes activistas en la ciudad de Gaza y la Autoridad Palestina no permitió a los manifestantes marchar desde Ramala hasta el asentamiento ilegal israelí de Beit El.
- En Beer Sheva, la mayor ciudad del sur de la región del Néguev, en el sur de Israel, la policía israelí, incluidas unidades especiales, detuvo a 14 manifestantes, entre ellos dos mujeres y dos menores de edad. Unos delegados de Amnistía Internacional estuvieron observando la manifestación. Los participantes eran pacíficos, pero la policía israelí cargó contra la multitud a caballo e hizo uso de la fuerza durante las detenciones. Se han presentado cargos de “agresión a un agente de policía” contra los manifestantes.
- En Sajnin, en el norte de Israel, las fuerzas israelíes detuvieron a unos 14 manifestantes, entre ellos tres mujeres y un menor de edad. Una de las mujeres detenidas fue Fathiya Hussein, activista de los derechos humanos que trabaja en Adalah, el Centro Jurídico para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel. La policía israelí cargó a caballo contra los manifestantes y utilizó gas lacrimógeno y balas de punta de esponja contra ello.
- En el territorio ocupado de Jerusalén Oriental, las fuerzas israelíes detuvieron al menos a 10 manifestantes, entre los que había menores de edad. Alrededor de 12 resultaron heridos al atacar las fuerzas israelíes, entre las que había hombres vestidos de civil, a los manifestantes y a los viandantes.