Entrenan abejas para detectar enfermos de tuberculosis

Sesión de entrenamiento
Unos investigadores neozelandeses descubrieron en el año 2008 que los enfermos de tuberculosis liberaban, por su aliento, una serie de compuestos volátiles característicos que no se encontraban en el aliento de las personas sanas. Ahora otro grupo de investigadores ha demostrado que estos compuestos, imperceptibles para el olfato humano, son detectados por las abejas. Y se han puesto manos a la obra para que éstas aprendan a pasar consulta.
La tuberculosis se ha diagnosticado siempre mediante una tinción del esputo del paciente que permitía visualizar el bacilo responsable de la enfermedad al microscopio. Con la llegada de la biología molecular se desarrolló una técnica de diagnóstico mediante PCR. Sin embargo ambos métodos son relativamente caros y por lo tanto inaccesibles para gran parte de la población de los países pobres. Y precisamente en estos países es donde la tuberculosis se ceba con la población.

Un grupo de investigadores neozelandeses, liderados por Stephen T. Chambers, identificó en el año 2008 cuatro compuestos volátiles presentes en el aliento de los enfermos de tuberculosis que se podrían utilizar como indicadores para el diagnóstico de la enfermedad. Estos cuatro compuestos formarían el “olor” de la tuberculosis. Sin embargo se encuentran en unas cantidades tan bajas que son muy difíles de detectar por métodos sencillos y, sobre todo, baratos.

Y aquí es donde entra en acción nuestra doctora Apis mellifera. Los compuestos volátiles identificados como característicos de la tuberculosis también se encuentran presentes en las flores. Por ello, a otro grupo de investigadores neozelandeses, se le ocurrió que quizás las abejas, acostumbradas a detectar estas sustancias en las flores, podrían detectarlas también en el caso de los enfermos de tuberculosis. Con esta finalidad los investigadores se han dedicado a entrenar a las abejas. En estos entrenamientos las abejas, tras reconocer el compuesto volátil y extender la trompa, fueron recompensadas con azúcar. De esta manera se “enseña” a las abejas a extender la trompa en presencia del “olor” de la tuberculosis. Con este tipo de entrenamiento se pretende conseguir que las abejas respondan a la presencia de los compuestos y sirvan para el diagnóstico de la tuberculosis. La consulta de la doctora Apis mellifera; un método eficaz y barato a la vez. Ideal para aquellos países que no pueden permitirse otro medios de detección más sofisticados.

The scent of Mycobacterium tuberculosis, Mona Syhre, Stephen T. Chambers, Tuberculosis, (2008), Volume 88, Issue 4, Pages 317-323.The scent of Mycobacterium tuberculosis – Part II breath, Mona Syhre, Laurens Manning, Suparat Phuanukoonnon, Paul Harino, Stephen T. Chambers, Tuberculosis, (2009), Volume 89, Issue 4, Pages 263-266.

Honeybees Apis mellifera can detect the scent of Mycobacterium tuberculosis, David M. Suckling, Rachael L. Sagar, Tuberculosis, (2011), Volume 91, Issue 4, Pages 327-328.
Eciencia