El Sol puede contar con una "hermana" invisible que conforma un sistema estelar binario. Según una versión científica, esta estrella tiene que ver con la masiva extinción periódica de especies en la Tierra.
La historia de esta estrella hipotética se remonta al año 1984. Fue entonces cuando los paleontólogos de Chicago David Raup y Jack Sepkoski publicaron un trabajo en el que afirmaban que cada veintiseis millones de años se produce una desaparición masiva de organismos terrestres. Esta conclusión fue inferida por ellos a base del análisis de restos fósiles de organismos marinos correspondientes a un cuarto de millardo de años. Los estudiosos admitieron que la causa de los ciclos no estuvieron en la Tierra, y a la búsqueda de la solución se incorporaron los astrónomos.
Poco después aparecieron publicaciones que explicaban que el Sol era una estrella binaria. El segundo componente, más liviano de este par, que se dio en llamar Némesis, es una enana marrón. Némesis se mueve por una órbita alargada que se distancia del Sol a 1,5 año luz. Se procedió a buscar a Némesis por todos lados, incluso en el Sistema Solar. Si bien allí no puede existir.
En 2012 la NASA publicó la sinopsis más completa de todo el firmamento compuesto con ayuda del telescopio orbital WISE. En la sinopsis entraron las enanas marrones recién descubiertas en un radio de 20 años luz desde el Sol. Pero sus parámetros no coincidieron con los de Némesis.
Recientemente se han obtenido nuevas pruebas de que las masivas extinciones de especies terrestres se producían en un mismo período. Pero, cada veintisiete y no veintiseis millones de años. De modo que los partidarios de la hipótesis sobre la "estrella de la muerte" se animaron. Ellos hacen ver las extrañas irregularidades en el movimiento de Plutón y de otros pequeños planetas lejanos. Se asevera que sus órbitas están muy inclinadas hacia el plano de revolución de los demás planetas debido a la influencia de Némesis. El colaborador científico del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia Dmitri Vibe no está de acuerdo con tal argumento:
–La influencia podría ser de una sola vez. Hace muchísimo tiempo el Sistema Solar hubiera podido formar parte no solo de un sistema binario o triple sino de un cúmulo estelar, de una formación estelar abundante, en la que las estrellas se acercaban frecuentemente una a otra. Después el cúmulo se desintegró y sus estrellas seguían moviéndose en la Galaxia en solitario. Una de tales estrellas solitarias expulsadas del cúmulo es el Sol.
Los periódicos torrentes de cometas también pueden ser explicados no solo por Némesis, sino porque el Sistema Solar cruza a veces el plano de nuestra Galaxia.
Sin embargo, nadie ha comprobado aún que la "estrella de la muerte" no exista y que no pueda existir. No está excluido que Némesis "aflore" en las futuras sinopsis del cielo, compuestas con telescopios más sensibles de nueva generación.
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